Los perros aprenden a través de la repetición. Ser constante en las órdenes, horarios y rutinas permite que el perro entienda lo que se espera de él. La coherencia entre todos los miembros de la familia es clave para evitar confusión y reforzar los comportamientos deseados.
CONSTANCIA Y REPETICIÓN
COMUNICACIÓN CANINA
Usar siempre las mismas palabras y señales ayuda al perro a asociar correctamente las órdenes. Evita cambiar de comandos o usar tonos contradictorios. La comunicación no verbal, como gestos y posturas, también debe ser congruente con lo que se quiere enseñar o corregir.
CORRECCIÓN Y RECUPERACIÓN
Corregir un comportamiento no deseado es solo una parte del proceso educativo. Es igual de importante ofrecer al perro una oportunidad para recuperarse emocionalmente y aprender lo correcto. La corrección debe ser clara, justa y seguida de una guía que le permita al perro volver al equilibrio y comprender.
REFUERZO POSITIVO
Premiar con comida, caricias o palabras cuando el perro realiza correctamente una acción refuerza ese comportamiento. Es fundamental entregar el premio inmediatamente después de la acción deseada para que el perro relacione causa y efecto. Así se potencia su motivación y aprendizaje.
LÍMITES CLAROS
Los perros necesitan saber qué está permitido y qué no. Establecer límites con firmeza pero sin agresividad les brinda seguridad. Corregir de forma adecuada evita futuros comportamientos indeseados y fortalece la relación basada en respeto, liderazgo y confianza mutua.
ENTORNO ADECUADO
Un espacio tranquilo, seguro y sin demasiadas distracciones facilita la concentración del perro. El entorno debe adaptarse al nivel de aprendizaje, brindando retos controlados. Además, la energía del guía influye: un humano calmado, claro y centrado potencia el éxito del entrenamiento.
EDUCACIÓN CANINA
Transformando Vidas
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FUNDAMENTO
Es la etapa inicial donde se establece la base de la relación humano-perro. Se trabaja en el vínculo emocional, la confianza mutua, la habituación al entorno, el nombre del perro, el llamado, y la atención. Aquí también se introduce el uso de premios y rutinas claras. Idealmente, comienza desde cachorro.
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EDUCACIÓN BÁSICA
En esta fase se enseñan comandos esenciales como “sentado”, “quieto”, “junto”, “no”, y el control de esfínteres. Se establecen límites claros, normas dentro del hogar, rutinas de comida, paseo y descanso. Es clave trabajar con refuerzo positivo, corrección adecuada y mucha constancia.
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EDUCACIÓN AVANZADA
parques, calles transitadas, presencia de otros perros, personas, bicicletas, etc. Se trabaja el autocontrol, la obediencia a distancia y el mantenimiento de comportamientos correctos en entornos reales. También se desarrollan ejercicios de agilidad o concentración.
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ESTABILIDAD
El objetivo es lograr un perro seguro, equilibrado y socialmente competente. Se profundiza en la interacción con humanos y otros perros, se refuerza la tolerancia a frustraciones y se pule el comportamiento en contextos sociales. Ideal para perros que ya tienen buen control pero necesitan estabilidad emocional o superación de reactividad o miedos.